Para sociabilizarlos con otras mascotas como pueden ser los gatos, debemos llevarlo a cabo desde edades tempranas, y que cada uno sostenga su espacio. Como ya comentamos, con los niños en la mayoría de los casos se llevan bien, pero del mismo modo debemos tener precaución al respecto, ya debemos curarnos en salud y no considerarlos como sus compañeros de juego. Su hocico es fuerte, recto y algo largo, con una mordida muy potente. Las orejas son algo pequeñas y orientadas hacia delante, sus ojos marrones también son pequeños.
Hachiko fue conocido por distintas personas, ciertos residentes, otros trabajadores de la estación de trenes, todos estaban conmovidos con la acción del perrito. Tras conocer la muerte del profesor, no vacilaban en brindarle cuidados en su eterna espera. Pasan los años y Hachi prosigue yendo cada mañana a la estación de tren para esperar a su dueño y de esta manera pasa los largos días de su vida. La familia del instructor presenciaron de qué manera tras muchos años, Hachi seguía aguardando a su dueño en la estación de siempre, con aspecto envejecido y débil.
Posteriormente fue llevado al Museo Nacional de Ciencia de El país nipón. Al poco tiempo ya se había recuperado y no se despegaba del profesor, a quien acompañaba cada día a la misma estación para despedirlo y recibirlo del trabajo. Como siempre, se aconseja asistir al veterinario cuando este lo estime oportuno o frente a la sospecha de enfermedad. Con todas y cada una de las vacunas y pautas de revisión en regla, estos animales no deberían tener problemas, sobre todo en edades tempranas.
“Hachi” significa “ocho” y es como Ueno decidió llamar a su compañero canino. El fundamento es que tenía las patas delanteras levemente arqueadas, de forma similar al kanji japonés que sirve para representar este número. Kō, por otra parte, se traduce como “leal” y es el apodo que los lugareños le dieron a Hachi. Su presencia no pasó inadvertida por los lugareños, quienes cuidaron de él hasta el momento en que en 1935 falleció por un cáncer terminal. Tenía 11 años y para entonces se había vuelto muy habitual en Shibuya. El perro fue encontrado muerto el 8 de marzo de 1935 frente a la estación de Shibuya, tras aguardar a su amo a lo largo de nueve largos años.
Muerte De Hachiko
Los colores aceptados son el rojizo, el akita inu blanco, y el veteado. En El país nipón, si este perrito tiene la cara oscura, se le considerará como un defecto. Sin en cambio, en Estados Unidos, si se admite en sus exhibiciones a estos perros de cara obscura y moteados, considerándose exóticos. A lo largo de generaciones fué un perro cazador, de defensa, de ataque y de trabajo. Es una mascota obediente con los humanos, pero que debe ser domesticado desde que el akita inu es cachorro, o en caso contrario podría tener inconvenientes de conducta.
Son algo dominantes, por lo que se debe tener cuidado con otras mascotas y primordialmente con otros perros. El desarollo de la película toma otro curso cuando el yerno de Parker recupera a Hachiko de la estación y lo transporta a vivir con la viuda del instructor. Este se escapa todos los días para ir a aguardar a su dueño a la estación de tren pero nunca regresa. La producción apuntada por Lasse Hallström nos cuenta la narración de un instructor de música cuyo acercamiento con el pequeño Hachiko se produce en una estación de trenes, en la que se haya merodeando.
Lealtad Hasta La Desaparición
Y por supuesto, su recuerdo prosigue vivo en la estatua de bronce de Shibuya . No obstante, su leal amigo perruno asistió a la cita como siempre y en todo momento. Quienes conocían la rutina de Hachiko y el profesor en la estación se sintieron conmovidos por la lealtad del perro y empezaron a ofrecerle de comer y de tomar.
Según pasaban los días, las semanas y los meses, el perro llamó la atención de vecinos y turistas. Ciertos cogían exactamente el mismo tren que el dueño de Hachiko y conocían la rutina del animal. Ellos fueron los encargados de cuidar al leal akita inu a lo largo de años.
Hachiko, El Perro Leal De Richard Gere En \’Siempre Y En Todo Momento A Tu Lado\’, Existió En La Vida Real Y Esta Es Su Historia
Un día, su amo murió por una hemorragia cerebral a lo largo de una de sus clases en la Universidad Imperial de Tokio y no volvió. No obstante, el perro prosiguió aguardándole enfrente de la estación a lo largo de 10 años. En la actualidad allí se puede observar una escultura de bronce en homenaje a la mascota, por la que los japoneses sienten una especial devoción. Y es que Hachiko se convirtió inmediatamente en un caso de muestra de lealtad canina. Este animal existió en la vida real, era de la raza Akita, y fue afamado y recordado por aguardar a su amo a lo largo de ni más ni menos que unos 10 años. El fiel animal esperaba cada día en la estación de Shibuya a su amo, el que había fallecido.
En líneas generales, son perros equilibrados, inteligentes y muy juguetones. Son animales algo sobreprotectores y cabezotas por lo tanto, pero obedientes en líneas en general. Son animales que tienen un enorme instinto cazador y son geniales perros guardianes. El pelaje que poseen estos animales es doble y también impermeable, con una cubierta externa lisa y fuerte, al paso que interiormente tiene una cubierta despacio y muy espesa.
Me dedico al periodismo digital ya hace mucho más de una década y desde entonces, no hay día en el que no aprenda algo nuevo. Me gusta compartir todo cuanto sé a través de las expresiones y, por eso, es un placer redactar aquí sobre nuestros admirables compañeros gatunos para Soyunperro. Máster de Periodismo Digital de la VIU y diplomada en Historia por la URV.
Akita Inu
Los que conocían la rutina de Hachiko aguardando al instructor en la estación de trenes, sintieron una gran conmoción por la enorme lealtad del perro y comenzar a propocionarle comida y agua. Tras prácticamente diez años de espera, el perro fiel Hachiko fue hallado muerto en la estación una mañana del ocho de marzo de 1935. La película Siempre y en todo momento junto a ti , interpretada por el actor Richard Gere y apuntada por el sueco Lasse Hallström, nos enseña el enorme amor de un perro hacia su dueño. Está basada en un hecho real sobre Hachiko, un perro japonés de la raza akita que, tras la muerte de su amo, estuvo durante 9 años esperándole en la estación donde su dueño cogía el tren todos los días para asistir al trabajo. Este perro, de raza akita inu, esperó a lo largo de 9 años a que su dueño volviera del trabajo, y lo hizo delante de la puerta de la estación de ferrocarril de Shibuya (El país nipón) donde su dueño cogía el tren cada día. El impacto que produjo Hachiko en la sociedad fue tal, que su muerte fue publicada en los diarios nacionales, quienes desde ese instante le brindaron el nombre de Chüken Hachiko, expresión japonesa que significa “Perro Fiel Hachiko”.
Este ritual períodico despertó la curiosidad de pasajeros y transeúntes, los que a diario veían Hachiko y su dueño. Tristemente, un año después, en concreto en 1925, el profesor y dueño de Hachiko padece a lo largo de una de sus clases un infarto cerebral. Este le provocó una hemorragia intracraneal provocándole la desaparición. El nombre no fue una casualidad, el instructor Ueno decidió nombrarle de esta mañana puesto que el pequeño cachorro poseía una rápida desviación en las patas delanteras, «con forma de ocho». La una parte de leal ha quedado más que demostrada con su comportamiento. Periodista experta en comunicación digital, derecho y relaciones internacionales.