Cuando nuestra mascota está apática y decaída es normal que pensemos que se encuentra enferma, el problema radica en saber exactamente qué tiene para comprender de qué forma podemos ayudarla. Una de las cuestiones mucho más frecuentes que se hacen los dueños es ¿de qué forma entender si mi gato tiene fiebre? Si tu gato no desea beber, vas a deber facilitarle la cantidad de líquido que necesita con el apoyo de una jeringuilla.
De ahí que, en el momento en que la tienen seca y ardiente es un signo de alarma. La forma mucho más rápida de tomarle la temperatura a un gato es usando un termómetro rectal, pero no suele ser la más fácil, en tanto que resulta muy incómodo para los animales, y ya conocemos muy bien cómo de particulares son los gatos. Sería preciso que la viese un veterinario para que logre darte la mejora solución y tratamiento sabiendo cuál es el inconveniente que origina la fiebre.
De por sí, los felinos no son animales que ingieran mucha cantidad de líquido, con lo que resulta fundamental sostenerlos humedecidos. Igual que pasa con su apetito, el consumo de agua cuando tiene fiebre será menor. En un caso así, es primordial ayudarles a tomar y estar atento, ya que es esencial que estén bien hidratados. Ten en cuenta que tu veterinario de confianza es siempre y en todo momento el mejor profesional para guiarte con la salud y el precaución de tu mascota. Pero, desde Tiendanimal siempre queremos sugerirte lo mejor y para eso tenemos un equipo de expertos que te asesorarán a través del Servicio de Consultas Veterinarias de nuestra web. Además de esto, en nuestra web y en las tiendas físicas de Tiendanimal dispones de un gran catálogo de pienso seco y comida húmeda con la que dar de comer a tu gato durante su convalecencia.
Lo Que Tu Gato Te Significa Cuando Silba
El veterinario recetará los fármacos o el tratamiento necesario para supervisar la fiebre, con lo que es primordial que no se interrumpa o finalize antes de lo correcto. Como dueños, una de nuestras mayores intranquilidades es mantener la salud de nuestros gatos. En el momento en que esta se ve afectada, puede llegar a ser una frustración muy grande y recuperarla se deberá transformar en nuestra más alta prioridad. El estado de cansancio y desgana que deja la fiebre les repercute en su apetito, que será escaso o nulo.
La temperatura corporal habitual de un gato adulto es de entre 38 y 39 grados, mientras que para los perros chiquitos puede ser de hasta 39.5 grados centígrados. Cualquier temperatura sobre estas cantidades puede considerarse como una fiebre. Cuando tienen fiebre descuidan su higiene, algo muy raro en ellos que debe llevar a cabo saltar las alarmas. Esto puede conducirnos a no sentir los síntomas de temperatura elevada en nuestro felino. Por este motivo, resulta indispensable advertir la fiebre a tiempo, puesto que puede ser realmente peligrosa. Autorizo a KIWOKO a tratar mis datos personales con fines de análisis, segmentación y perfilado así como me comunica KIWOKO en su política de privacidad.
???? Falta De Apetito O Poca Sed
Los felinos adultos acostumbran a tener una temperatura corporal entre 38 y 39 grados. Puedes asimismo sustituir su comida a base de pienso seco por comida húmeda, que tiene dentro un porcentaje más prominente de agua. Nuevamente, se le puede medir la temperatura con un termómetro para entender si su temperatura es alarmante.
Esto no resultará agradable a tu gato, con lo que sugerimos que antes de efectuar esta acción, le coloques algo de vaselina. Ten en cuenta que su temperatura corporal está entre los 38º y 39º, y si son bebés, 39,5º. Si su temperatura es mayor, señala que nuestro gato podría tener fiebre (en ocasiones la temperatura les aumenta por otros motivos, principalmente agobio). El primer aspecto en el que te puedes fijar para saber si tu gato tiene fiebre es en la nariz.
Para ello, será imprescindible continuar el calendario de vacunación habitual, acudir a las revisiones pertinentes con regularidad al veterinario y proporcionar al animal en el hogar los cuidados básicos que necesita para su bienestar. Esta debe producirse tras horas a lo sumo y debe remitir en ese espacio de tiempo. Si no lo realiza, deberás asistir al veterinario para que examine al animal y diagnostique la causa principal de la fiebre. Finalmente, puedes recurrir a tomar la temperatura por los oídos.
El gato no se asea, está deshidratado y tiene los ojos irritados y pesados. Acomódale en una zona cálida y tranquila de la vivienda, a fin de que esté lo mucho más cómodo posible. Un gato que no sigue sus protocolos de aseo diarios está advirtiéndonos de que algo no va bien, ya sea que tiene fiebre o cualquier otra dolencia. Es por este motivo que el más destacable procedimiento contra la fiebre es prevenirla y eludir que nuestro compañero doméstico padezca alguna afección que pueda hacerle enfermar. Para empezar, la temperatura de tu mascota no posee por qué razón superar los 38ºC o 39ºC.
Aún así, la temperatura corporal normal de un gato es superior a la de un humano, de 38 a 39 grados, con lo que si sospechamos que nuestro gato puede tener fiebre es recomendable tomarle la temperatura o acudir al veterinario. Para tomale la temperatura a tu gato, según indican desde Purina, vas a deber introducir un termómetro en su recto, o acudir al veterinario a fin de que sea él quien lo haga. Humecta apósitos con agua fría y colócaselos en la frente, patas y en la región del abdomen. Puedes comprender si tu gato tiene fiebre fijándote en algunas de las primordiales señales que tu animal puede experimentar; por ejemplo, observarás que están en movimiento y angustiados. Estos síntomas asimismo tienen la posibilidad de representar alguna otra enfermedad en los gatos, de ahí que, es importante que examines a tu animal de compañía para determinar si tiene o no posee fiebre.
¿De Qué Forma Entender Si Un Gato Tiene Fiebre Sin Termómetro?
En este artículo nos centramos en saber si nuestro gato tiene fiebre. ¿Tiene agua y comida frescas u un lugar donde hacer sus necesidades que no quede muy lejos de dónde se encuentran sus crías pero no al lado? De todas maneras, lo mejor es que un veterinario revise y vea bien a la madre y las crías para saber si existe alguna condición o si va todo bien y qué es preferible realizar. Puede ser necesario un tratamiento antibiótico para agarrar una infección, fluidoterapia para corregir la deshidratación de nuestro felino, o una cirugía para remover un abceso interno o una infección más esencial.