Vamos a usar nuestro cuerpo y los brazos para mantener delicadamente al gato quieto en un área pequeña. En ocasiones, ni los mejores trucos para dar pastillas funcionan con algunos gatos. Esto frecuenta pasar en el momento en que el gato está muy enfermo y come poco.
En relación los felinos aprecian el gusto de una pastilla, son capaces de apartarla de su comida, por muy escondida que esté. Otra alternativa, anterior consulta con el veterinario, consiste en triturar la pastilla y mezclarla con los alimentos. Cuanto mucho más sabroso e intenso sea el gusto de la comida, mejor camuflado va a estar el medicamento. Esta opción alternativa marcha realmente bien en el momento en que el comprimido es palatable.
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Tienes que tapar todo el cuerpo de tu gato, y dejar su cabeza al descubierto; es un método muy útil para dar todo tipo de fármacos, introduciendo un jarabe. Al tenerlo envuelto de esta manera, evitarás que realice tracción, te arañe o que se escape. Con el método del mortero es imposible hallar una dosificación exacta del fármaco. Siempre hay algún que otro grumo que se pierde por el sendero. Al igual que la gente, los gatos enfermos no acostumbran a tener bastante apetito.
La iniciativa es envolver la pastilla o el comprimido en un trozo de carne envasada para gatos o carne picada. Pon al gato en el armario y cierra la puerta sobre su cuello, dejando sólo la cabeza fuera del mismo. Fuerza la apertura de la boca con una cuchara de postre.
Jeringa Y Agua
De nuevo, esto resulta considerablemente más fácil con dos personas, una sosteniendo al gato y otra dando la tableta. Para gatos muy nerviosos o en el momento en que no tenemos una segunda persona que nos pueda ayudar, tenemos la posibilidad de optar por envolver a nuestro gato en una toalla. La toalla será suave y de tamaño medio, si es bastante grande, nos va a ser complicado manejarla. Ponemos la toalla en el suelo o sobre una superficie plana, permanente y cómoda. Seguidamente ponemos al gato en la parte central de la toalla de espaldas a nosotros. En este caso se lo suministraremos con el apoyo de una jeringa.
Ubicamos o dejamos caer rápidamente el comprimido tan atrás en la lengua del gato como tengamos la posibilidad. El propósito es la parte central de la lengua, cuanto más atrás dejemos la tableta más fácil va a ser para el gato tragarla. Para esto, elige un bocadito pequeño que le encante a tu minino (la comida húmeda es una buenísima opción) y escóndele la pastilla dentro. Cerciórate de que esté bien disimulada por todos los lados para que no la perciba de forma fácil . Una buena idea es ofrecerle un bocadito sin pastilla, luego otro con y terminar con otro sin.
Mantén la cabeza vertical y vuelca medio litro de agua mediante la garganta del gato, a fin de que trague la píldora. Ciertas pastillas tienen la posibilidad de causar daño al esófago del gato si se quedan allí por períodos extendidos de tiempo. Para asegurarnos de que la pastilla se desplaza rápidamente hacia el estómago tenemos la posibilidad de meter una pequeña cantidad de agua en la boca del gato. Pone una jeringuilla suavemente entre los dientes y también introduce agua poco a poco, dando tiempo al gato a tragar. También tenemos la posibilidad de pegar una pequeña porción de mantequilla en la nariz del gato para que se lama. Por norma general es mucho más sencillo ofrecer fármacos líquidos que pastillas a un gato, si bien es verdad que cada gato tiene un nivel de tolerancia a la administración de medicamentos.
Su experiencia ayuda en la mayor parte de las situaciones o informarnos si hay algún formato alterno para la medicación. Además, hay dispensadores especiales para dar fármacos a gatos. En un radical se pone la pastilla o el jarabe y se empuja con los dedos por el otro lado. Puedes comprarlos en una tienda de mascotas o en el centro veterinario. Si la pastilla es muy grande, puedes fraccionarla en trozos y reiterar el desarrollo cada vez. Ofrecer fármacos no es tarea simple para el tutor de mascotas, pero menos aún si se trata de gatos.
Si tu gato es de estos últimos, mantén la tranquilidad y trátalo con sutileza. Con esta jeringa ya no se debe meterle los dedos en la boca al gato, pero se puede llegar a hacerle daño en la garganta si se usa mal. Usa la jeringa solo si el veterinario te ha enseñado ya la técnica segura.
Cómo Reconocer El Mal En Gatos
Lanza la pastilla en la boca del gato con una goma flexible. Todos y cada uno de los que tengáis gato y hayáis tenido que ofrecerle un comprimido o pastillas sabréis lo complicado, rozando a veces lo imposible, que puede llegar a ser. Si a la dificultad que nos piensa esta tarea le sumamos la relevancia de completar los tratamientos precriptos, la situación puede volverse precisamente estresante. Es muy importante que no pierdas los nervios en ningún momento si bien el gato te lo ponga un tanto difícil. Si sostenemos la tranquilidad asistiremos a que el animal se tranquilice y evitaremos cometer errores.
Cerciórate de que está bien limpia y no sea demasiado grande, a fin de que no le impresione. Te recomendamos envolver al animal en una toalla para evitar accidentes e ir introduciendo el líquido poco a poco en su organismo. Arrodíllate en el suelo y sujeta a la mascota entre los muslos asegurándote de que no pueda escapar. En este caso, las patas delanteras del gato no están sostienes pero sí su cuerpo. Coge un cuenco, escoge un paté que sea sabrosísimo, coloca la dosis de medicamento recetada y después cubre completamente con la comida húmeda.